Se trata del convento e iglesia de Santa Catalina de Siena, que fue fundado en 1.500 por la religiosa Doña Inés de Santa Paula. El edificio apenas sufrió cambios durante los siglos venideros, mantiene, así, su planta rectangular (iglesia). Destacado es la cubierta de la cabecera, un interesante ochavado de doble malla con lazo de ocho, al igual que el artesonado de la nave de par y nudillo con lacería en los tirantes. Además de la cubierta es interesante la pila de agua bendita, alojada en el lado de la epístola. Se trata de un capitel con formas hispanovisigodas. A los pies del templo se abre una puerta de acceso con arco carpanel. Sobre dicha puerta aparece el escudo de la orden dominica y más arriba una espadaña barroca con dos cuerpos y tres vanos.